Lugar: Galería Berlín, Sevilla
Organiza: Galería Berlín
Del 3 de febrero al 16 de marzo de 2023
Comisario: Sema D’Acosta
En fotografía, la mirada construye el lugar. Ningún sitio existiría antes de ser imagen sin la determinación de alguien que contempla ensimismado. El vínculo no es consciente, requiere un proceso introspectivo, detenerse donde nadie se ha detenido. Asumir como propia esa porción de paisaje es un ejercicio de concentración. Sin esperarlo, de forma espontánea, se crea un intercambio entre el observador atento y ese paraje significante, una correspondencia que al poco se convierte en obsesión. Para un artista expectante, cualquier encuentro con la Naturaleza es una clave a descifrar. Firme ante nuestros ojos, la verdad de ese lugar nos interpela: debemos buscar la solución del enigma, hallar la manera de contarlo (visualmente) y darle sentido. La alerta del encuentro activa los resortes de la imaginación, que rastrea dentro de nosotros conexiones afectivas acumuladas, en su mayoría inconscientes, y alimenta ese algo inescrutable que nos atrapa. Precisamente el asombro de ver hacia dentro consiste en sorprenderse continuamente, en esforzarse por añadir sentimiento superando la interpretación geográfica. La percepción sensible desvela, no es mero registro ni debe afanarse en la cartografía.
Los proyectos de Mendía Echeverría (Pamplona, 1989), Paula Anta (Madrid, 1977) y Saleta Rosón (Lugo, 1965) presentados en INLOCUS comparten un modo silencioso de hacer trascender el lugar a partir de una de una mirada reflexiva. Cada una de ellas desde una posición diferente pero complementaria, repara en elementos constitutivos del paisaje que pasan desapercibidos para un espectador inadvertido que ojea el entorno con actitud hedonista. Las tres evitan lo pintoresco para destapar emociones en terrenos delimitados donde aparentemente no encontramos nada destacado: un desierto, una montaña en mitad de un bosque urbano o estructuras enmarañadas en la playa. El contexto donde se han tomado las fotos es su límite semántico. Tras una observación de campo y posterior seguimiento, han modelado un motivo hasta convertirlo en serie, siempre desde el sigilo poético, a veces apenas un susurro. Predomina el encuentro y la investigación, la articulación de un hallazgo que va tomando forma al mismo tiempo que afianza su reconocimiento y aceptación. Cada historia posee su propia estructura a partir de un sintagma visual; en todas, la repetición ayuda a crear ritmo desde una estrategia característica: Mendía opta por una narración en suspense que mantiene en vilo un relato incognoscible, Paula recurre a una seriación seudo-taxonómica y Saleta insiste con variaciones de un letmotiv en torno a la arena.
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