Lugar: ETOPIA CENTRO DE ARTE Y TECNOLOGÍA
Organiza: Ayuntamiento de Zaragoza - Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento
Del 21 de octubre de 2021 al 30 de enero de 2022
Comisario: Sema D’Acosta
El proyecto Dame una pantalla y haré que naveguen todos los edificios de Cecilia de Val (Zaragoza, 1975) se plantea como la última fase de un largo trabajo de investigación que explora las consecuencias materiales y sociales del rápido crecimiento hacia lo digital que hemos vivido en la última década, un cambio de paradigma hacia un modelo nuevo de humanidad condicionado por el exacerbado protagonismo que han tomado Internet, las redes sociales y los smartphones en nuestro día a día. Esta profunda mutación que estamos experimentando todos en primera persona ha cambiado de modo sustancial nuestra manera de ser y estar en el mundo, una existencia cada vez más condicionada por la intermediación de las pantallas o cualquier otro tipo de interfaz.
La propuesta de Cecilia de Val no sólo reflexiona sobre el trascendental papel de la tecnología en estas transformaciones culturales, sino también sobre la hibridación y reconsideración de categorías hasta ahora antagónicas como intimidad-extimidad, interior-exterior, trabajo-ocio, producción-consumo, emancipación-dominación o sólido-líquido. Una vez disipada las fronteras entre esos conceptos tradicionalmente opuestos, aparece un territorio ambivalente e inédito que es al mismo tiempo físico y virtual, que mezcla los nuevos dispositivos de la era de la conectividad con una realidad material subordinada a ese fluir de imágenes, datos e información constante.
El particular momento en el que nos encontramos tras los periodos de confinamiento provocados por la crisis del coronavirus iniciada en marzo de 2020, nos ha permitido constatar definitivamente la actual condición de nuestras viviendas y el modo en el que nuestra existencia se expone a los demás, una permeabilidad entre el espacio público y el privado que evidencia que las paredes de los hogares se han convertido en pantallas hacia el exterior en las que mostrar la vida interior. Habitamos casas “transparentes y líquidas” en las que navegamos día y noche, estamos inmersos en la “sociedad de la transparencia total”, un periodo histórico que de algún modo ya anticipó la casa Farnsworth (1946-51) de Mies Van der Rohe, un pabellón de vidrio que flota en el entorno cuyo concepto arquitectónico permite tanto ver sin impedimentos hacia fuera como desde el exterior contemplar con nitidez lo que ocurre dentro. Así, las particulares características de este emblemático edificio del siglo XX sirven de analogía inicial para que la autora desarrolle a partir de aquí un completo ensayo visual sobre la sociedad que somos hoy en el siglo XXI.
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