Publica: Fundación Valentín de Madariaga - MP, Sevilla
Colaboran: Ayuntamiento de Sevilla – Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía
Fecha de lanzamiento: noviembre 2012
Edición y dirección: Sema D’Acosta
Después de varios años de investigación y plantear diferentes proyectos en relación con el pulso de la fotografía en Andalucía, entre ellos dos colectivas de amplia repercusión como AfterPost. Más allá de la fotografía (Espacio Iniciarte Sevilla, 2010) y Mundos Propios. Perspectivas y variaciones en la fotografía andaluza de hoy (Fundación Valentín de Madariaga - MP, 2012), el crítico de arte y comisario independiente Sema D’Acosta ha concretado la primera guía de fotografía andaluza, un volumen de 250 páginas a todo color en el que reúne a los 86 autores más relevantes de los últimos cincuenta años en nuestra comunidad autónoma, un repaso exhaustivo por los nombres más representativos del medio donde cada uno de ellos es presentado a través de un breve texto explicativo al que se suma una selección de imágenes características de su trabajo. En la elaboración de estos escritos han colaborado algunos de los críticos y teóricos más importantes de Andalucía, entre otros Jose Ramón López, Óscar Fernández (comisario de la XIII Bienal de Fotografía de Córdoba que se celebrará el próximo año), Ángel Luis Pérez Villén, Fernando Martín, Jesús Reina, Juan Francisco Rueda, Iván de la Torre Amerighi o la conocida especialista Laura Terré.
El objetivo principal de los responsables del proyecto no es sólo subrayar una elección puntual de autores, sino procurar trascender esa nominación para determinar, tras una profunda exploración, no sólo cuáles han sido los nombres más relevantes y los hitos más destacados del último medio siglo en el sur de España, sino también los que seguirán siéndolo en las próximas fechas. Esta selección constituye una amplia panorámica de presente, pasado y futuro que pretende ser, de algún modo, paradigmática. Algunos de los elegidos poseen una dilatada trayectoria y otros apenas están comenzando. En conjunto, determinan un planteamiento bastante claro de la variedad de registros que ha permitido crecer a este lenguaje en las últimas décadas. Desde la fotografía documental de visos antropológicos que practicaron en los años sesenta del siglo pasado creadores como Rafael Sanz Lobato (Sevilla, 1932), último Premio Nacional de Fotografía en 2011, hasta el uso conceptual de la imagen que conciben en nuestros días la mayoría de los artistas, cuyos trabajos superan lo meramente indicial para adentrarse por otros territorios que tienen más que ver con las ideas que con aspectos formales o técnicos. Así, asumiendo todos los significados de la imagen con la naturalidad que permite el medio, debemos entender y aceptar por ejemplo la convivencia de la fotografía de reporte tradicional —que sigue viva atrincherada en el mundo del periodismo gráfico o las crónicas de viajes—, con las instantáneas que documentan las acciones performativas, que optan también en este caso por registrar sus acciones a través de la cámara.
Organizada en 21 secciones diferentes según la manera de enfrentarse al hecho fotográfico y entender la imagen de cada autor, la guía situa a cada uno en un territorio concreto que se define en una etiqueta sencilla y clara. Así por ejemplo, existen algunas denominaciones usuales fáciles de ubicar y comprender (Fotoperiodismo, Retrato, Bodegón, Paisaje y Naturaleza, Paisaje y ciudad, Mirada urbana, Documentalismo, Cámara estenopeica, Fotografía de viajes, Tendencias, Fotocollage, El cuerpo o Arquitecturas) y otras novedosas relacionadas con temáticas inéditas o recientes (Performance; Acción, lugar y fotografía; Mise en scène; Identidad femenina; Metafotografía; Ironías / Paradojas; La vida alrededor y En torno a lo cotidiano). Cada apartado en función de su profusión, aparece con más o menos representantes. El grupo más amplio se ha designado como Imagen y concepto y lo ocupan artistas que usan el medio como procedimiento para materializar ideas o definir abstracciones, asumiendo que este recurso no es el único método creativo al que pueden acudir, sino que forma parte de una estrategia general en muchos casos más vinculada con el cerebro que con la mirada. Para facilitar la comprensión y localización de los autores, se ha establecido un orden alfabético, que se completa además con tres hitos imprescindibles de la fotografía andaluza del último medio siglo: el Grupo Afal, la revista Photovisión y el Proyecto Imagina.
Es importante reseñar que en esta nómina aparecen tres Premios Nacionales de Fotografía. 2003: Carlos Pérez Siquier (Almería, 1930); 2009: Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959) y 2011: Rafael Sánz Lobato (Sevilla, 1932)
La primera parte de este manual contempla un extenso texto de tesis elaborado por Sema D’Acosta titulado Fotografía andaluza: 1955-2012. Del hecho documental a la imagen-concepto. En este escrito se repasa con minuciosidad qué ha ocurrido en estas últimas décadas desde la aparición del Grupo Afal a mediados de las años cincuenta del siglo XX, hasta la eclosión en las últimas fechas de algunas promesas menores de treinta años, explicando con detalle cómo hemos pasado del hecho documental y la inmortalización de una escena que no existiría en nuestro imaginario sin la intervención de un medio de registro (¿quién se acordaría ahora de cómo era el barrio almeriense de La Chanca en los años 50 del siglo pasado si no fuese por las fotos de Carlos Pérez Siquier?) hasta la imagen-concepto de nuestros días, donde el valor de la representación ya no reside en la excepcionalidad ni el fotógrafo se entiende como un cazador de instantes, sino más bien como un pensador de situaciones que utiliza una herramienta como la cámara para concebir estrategias de reflexión en torno a la realidad.
En este ensayo, D’Acosta reivindica la importancia de la fotografía andaluza, sin duda una de las de mayor recorrido y más alto nivel de España. Cuando a mediados del siglo XX empieza a tener sentido y adquirir un sitio propio la fotografía de autor a escala internacional, curiosamente Andalucía desde un principio generó nombres y dinámicas de relevancia. De hecho, fue el punto de partida del que emanó una verdadera conciencia contemporánea en nuestro país caracterizada por el apego a la realidad y la búsqueda de lo auténtico. La aparición del Grupo Afal en Almería significó no sólo una verdadera bocanada de aire fresco, sino un auténtico motor regenerador.
Una novedad importante de esta guía es la asunción indisoluble de fotografía y arte como dos conceptos inseparables y retroalimentados. De hecho, es la primera vez que en Andalucía se publica un manual de estas características superando los planteamientos ortodoxos y tradicionalistas que se han manejado durante mucho tiempo en este terreno, un desprejuicio que sirve para colocar, con todo mérito, a Luis Gordillo como uno de las grandes referencias de este lenguaje en España.
Por todo ello, Stand By_012 pretende convertirse en un manual de consulta que permita conocer no sólo los nombres más destacados, sino también qué ha ocurrido en las últimas décadas en el sur de España, intentando discernir lo esencial de lo superfluo a través primero del análisis de los hechos y luego acudiendo al sentido crítico y la argumentación razonada.
Finalmente, la intención de los responsables de este proyecto es plantear una revisión del panorama fotográfico de Andalucía cada diez-quince años aproximadamente (el próximo repaso se plantearía entre 2022 y 2025), asumiendo así el editor su responsabilidad como historiador del presente y comprometiéndose en un proyecto serio, firme y duradero que se aleja de cualquier oportunismo y pretende perdurar en el tiempo con rigor y seriedad.